Mostrando entradas con la etiqueta Carnavales Rurales en Navarra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carnavales Rurales en Navarra. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de febrero de 2011

La magia y el misterio de los Carnavales rurales llenan de fiesta Navarra

De la web:  www.turismo.navarra.es 
(Acompaño un buen resumen de la web de turismo del Gobierno de Navarra sobre los carnavales.
Si quiere vivir unos Carnavales diferentes y todavía no conoce al bandido Miel Otxin o a los fieros “mamuxarros” que se esconden tras magníficas caretas construidas en hierro, no se pierda los rituales mágicos y los personajes que protagonizan las fiestas paganas de los pueblos del norte de Navarra. Aunque en varias localidades los Carnavales rurales se adelantan al mes de enero, la mayoría de los espectáculos tiene lugar en los tres días anteriores al Miércoles de Ceniza (6, 7 y 8 de marzo).
Los personajes más simbólicos de los Carnavales rurales de Navarra saldrán a las calles el primer fin de semana de marzo, pero también mandarán de avanzadilla a algunos de sus amigos. Es el caso de los “mozorros” de Arantza, jóvenes vestidos de blanco y con pañuelo que se colocan pompones o mechones de papel de colores en la espalda. Según manda la tradición, los “mozorro zuriak”, nombre con el que son conocidos, recorren los barrios y caseríos el jueves y viernes (17 y 18 de febrero) para realizar la cuestación con la que abastecer las reuniones gastronómicas del fin de semana.

Una de las celebraciones más famosas es la que tiene lugar en Lantz, un pequeño municipio situado entre los valles de Anué y Ultzama. Declarados “Bien de Interés Cultural”, su máximo representante es el bandido Miel Otxin, un gigante de tres metros de altura vestido con vivos colores que es ejecutado y quemado en la hoguera el martes (8 de marzo). Los que asistan a este espectáculo deberán tener cuidado con los “txatxos”, figuras vestidas con llamativas ropas y con las caras cubiertas con telas y sacos, que increpan al público congregado con escobas y palos. También deberán escapar de los herreros, que atacan al público con sus tenazas.