jueves, 9 de diciembre de 2010

El Castillo de Abbadia en Hendaya

Ayer, aprovechando el día tan luminiso que tuvimos fuimos a visitar el Castillo de Abbadía a tan solo media hora del Hotel Rural Irigoienea
Situado frente al Océano, el Castillo fue construído por Eugène Viollet le Duc entre 1864 y 1879. Antoine d'Abbadie (1810 a 1897), considerado un sabio fuera de lo común, era un apasionado de la geografía, de la astronomía y de la cultura oriental. Realizó la primera cartografía de Etiopia.
Fue un hombre enamorado del País Vasco y un gran defensor de su idioma y de su cultura.En su juventud estuvo en Brasil y posteriormente se dedicó a recorrer África, pasando diez añós en Etiopía. En 1849 se instaló en Hendaya, de la que llegó a ser alcalde y mandó construir el castillo.  

De arquitectura neogótica, el edificio se inspira en los modelos de las fortalezas de la Edad Media. En él destaca la pasión oriental de su dueño (decoración inspirada por sus numerosos viajes, pinturas murales africanas ). 
Se pueden visitar un antiguo observatorio de astronomía y una capilla donde está enterrado Antoine d'Abbadie. 

Ésta magnífica mansión fue donada a la Academía de las Ciencias.
Deliciosa visita que se completa con unas vistas del cantábrico espectaculares. 

jueves, 2 de diciembre de 2010

Vivir las Estaciones

Ha nevado y en abundancia. Los paisajes que nos rodean están espectaculares. Hace bastante frío y la nieve, además de no irse, se cubre como de una película de cristal que la hace brillante y refleja los colores pardos y tejas. Aquí todavía tenemos la suerte de vivir las estaciones. Aquí, todavía son verdad y es un privilegio poder vivir pegado a los ritmos y los tiempos que marca la naturaleza. Los árboles de nuestro jardín van perdiendo toda su hoja y por dentro su "sangre" cada vez corre con menos fuerza, hasta que ya no les llegue nada a esas ramas que en febrero ya secas, habrá que podar. Y así vivimos cerca de los ciclos vitales de la naturaleza que son también nuestros. Oímos decir que cada vez en más sitios ya no existe ni el otoño ni la primavera. Que solo tienen dos estaciones. Y nos asustamos. Es como si nuestra vida perdiera la adolescencia y la madurez y sólo tuviera juventud y vejed. Algunos de los que habían reservado han anulado por el "mal tiempo" pero otros se acercarán a disfrutar del sonido de pisar la nieve, de la vista de horizontes de azul y blanco, del tocar y sentir la nieve.....................