sábado, 19 de marzo de 2011

Arnaga, la mansión vasco del autor de Cyrano de Bergerac


Dentro de este recorrido que intermitentemente vamos haciendo por los alrededores del Hotel Rural Irigoienea, hoy nos detendremos en Arnaga, la Casa-museo de Edmon Rostand, a poco más de 20 minutos de Urdazubi/Urdax.

Edmon Rostand llegó a Cambo-Les-Bains en 1900, para restablecerse de una pleuresía. El clima del País Vasco le conquistó y decidió instalarse aquí. Después de haber comprado un terreno cercano del pueblo, pidió al arquitecto parisino Joseph-Albert Tournaire, elaborar los planos de una casa que sería de estilo vasco. Las obras empezaron en 1903 y continuaron hasta 1906. 

Edmon Rostand recurrió a fomosos artistas para adornar las diferentes salas, que recogen diferentes retratos y cuadros pintados en los artesonados de marqueteria. Se añaden además, a la riqueza  de los muebles unos hermosos entarimados de madera exótica o de mármol. El poeta no dudaba en modificar, a veces, los decoros, como lo ilustran algunas antiguas fotografías expuestas en el comedor o el salón chino.

Los jardines han sido concebidos y acondicionados al mismo tiempo que la casa. Al este, el jardín francés que se organiza alrededor de tres estanques, con "L´Orangerie" y el rincón de los poetas. Al oeste, el jardín inglés deja una libertad aparente. 

Después de la muerte de Edmond Rostand, la familio vendió Arnaga en 1922 a un empresario comercial, y en 1946 su viuda vendió así mismo la propiedad a un modista parisino. En 1962, el municipio de Cambo compró el dominio y lo transformó en museo. Arnaga ha sido clasificado monumento histórico en 1995. 


sábado, 5 de marzo de 2011

Las Caleras - Kisulabeak

Los hornos de cal o Caleras, (kisulabeak en euskera) se conocen en Navarra desde los primeros años del siglo XVIII. La llegada del maíz de América, junto con la utilización de la cal en el campo, dio lugar, en suelos con poco calcio, de la zona Norte de Navarra, a un alto rendimiento agrícola, que incidió de forma puy positiva en el desarrollo de la vida social y económica de la población de esa época.

 El trabajo de extracción de la piedra caliza de las canteras, así como la carga de carretas y del horno, se hacían de forma manual. La cal es el resultado de la cocción de la piedra caliza. Estos hornos permitían alcanzar temperaturas de hasta 600ºC. El combustible utilizado era siempre de origen vegetal, aprevechando todo tipo de arbusto o árbol de los alrededores, que se recogía a lo largo del año. Para la carga del horno, el maestro hornero prepara la bóveda inferior en la base del mismo y sobre esta bóveda, desde la parte superior, se llenaba el horno con piedra caliza. Luego se colocaba en la parte inferior de la bóveda el material vegetal y se prendía fuego. El horno se alimentaba durante todo el proceso con material vegetal. La cocción duraba alrededor de una semana; una vez hecha la cal, se dejaba enfriar durante 2 ó tres días y se procedía a la descarga de la hornada, que inmediatamente se utilizaba en los campos. En construcción, se empleaba como elemento principal para obtener la argamasa. También se blanqueaban las casas con ella, e incluso se utilizaba para conservar los huevos.

A escasos 200 mts. del Hotel Rural Irigoienea, en un delicioso paseo podemos encontrarnos con una calera en impecable estado de conservación y disfrutar de su contemplación. El paseo coincide además con un tramo del recorrido del Camino de Santiago, y como premio nos permitirá una perspectiva poco conocida del Monasterio Premostratense de San Salvador de Urdazubi/Urdax.