viernes, 4 de marzo de 2016

....y además Urdazubi / Urdax también tiene Castillo!!!

    Sí. Al pequeño universo que es el pueblo de Urdazubi / Urdax (con sus famosas Cuevas, Monasterio, Molino, Bentas, Casas Palacio, buenas gentes, el mejor queso, etc, etc), hay que añadir el castillo. ¡Urdax tiene castillo!

    Nos referimos al llamado Castillo de Azkar, situado en el monte del mismo nombre y que domina el pueblo y valle de Urdazubi/Urdax.

    No son abundantes las referencias documentales:
    En el manuscrito de Mariano Arigita, encontrado en Sangüesa, en 1234, el rey Teobaldo I deja a cargo del abad del monasterio de Urdax el castillo de Azkar.
    En 1249, dentro de las negociaciones para la paz, por los enfrentamientos entre Inglaterra y Navarra, en Estella, encontramos otra referencia clara al castillo:
"Se acusaba al Rey de Inglaterra de haber tomado el castillo de Azkar por la fuerza, matado a todos los hombres y destruido la fábrica de la fortaleza por lo que el rey de Navarra se había internado en tierras de Inglaterra."

    En septiembre de 2008, el Ayuntamiento de Urdax, encargó al colectivo Gestión Cultural Larrate SL, la elaboración del "Proyecto de Puesta en Valor del Castillo de Azkar"
    Tras las intervenciones del 2009, quedó a la luz el perímetro ocupado por el Castillo, los muros y tramos de lienzo de muralla. Así mismo se recuperaron fragmentos de cerámica, clavos, fragmentos de casquillo de bala, de hebillas y botones, de uniformes militares ingleses,

    A la potencialidad de índole científico y arqueológico del yacimiento, se uniría la cultural y turística: "Se trata de un conjunto monumental de un enorme peso identitario, en el que se conjugan su dilatada historia, su empaque defensivo y su valor de secular nudo de comunicaciones. Válidos no sólo para su entorno inmediato sino también por extensión para todo el Pirineo occidental."

    Las piedras del castillo han servido para crear leyendas y cuentos relacionados con las brujas. Ejemplo de ello es "La leyenda del castillo embrujado" que cuenta lo siguiente:

    Quedaba en Urdax un castillo pequeño, guardado por diez hombres que laboraban los campos del monasterio durante el día y hacían la guardia por turno durante las noches. Mi bisabuelo contaba que su padre le había referido.

    Uno de los diez guardianes del pequeño castillo de Urdax, Johan Migueltxo de Luzaide, sellado con todas las características de Basko puro y neto, laboraba cordialmente con la garrida moza Joshepa, de Sokoa, alta y robusta, maciza de brazo y pierna, abultada de pechos y poseedora de espléndida cabellera con largas trenzas más negras que el azabache y brillantes a los rayos del sol, más unos ojos vivos y tan elocuentes como los del ardoroso orador celebrado romano Marco Tulio Cicerón, que según contaba mi muy leído y anciano abuelo, derribaba del imperio romano a los más enérgicos y patriotas emperadores, con un solo discurso de oposición. 

    Contaminada la de Sokoa por su madrastra, del culto al endemoniado cabrío, fue requerido el mutil de Luzaide para ingresar en la sospechosa congregación de la sorginkeria en calidad de cascarot siquiera, y en la esperanza de ser filiado prontamente en el grupo de brujos. 

    Semejante propuesta dio lugar a la primera discrepancia, fundándose el mozo en la fe ortodoxa de sus padres y en sus propias creencias; no se pasó a mayores intentos de captar a éste, hasta que aproximándose otro aquelarre al término de la semana siguiente, repitió la ardorosa Joshepa su tentativa, pero fue sin más éxito que acompañar a al moza  aquella noche, tan solo para presenciar la orgiástica fiesta. Y en efecto concurrieron ambos y allí vieron el lealísimo baskón y su novia, cómo el repugnante demonio recibía la repulsiva adoración de las ergelas, sorgiñas, porfiándose en el asqueroso acatamiento, mientras en una infernal algarabía, con acompañamiento de la txirola y tamboril, las congregadas se entregaban a una danza desenfrenada alocada e infernal, grotesca y soez, torpemente coreada por gritos, aullidos y selváticos rugidos, danza bacanal y atolondrada, mientras el diabólico proscrito como un basajaun resurgido, situándose en el centro del inmenso corro, danzante en vertiginosa celeridad, provocaba irguiéndose sobre sus asquerosas pezuñas, velludo y negro como un pecado mortal, empuñando un ridículo tridente de hoja de lata, acuciaba con su peculiar cinismo la bacanal y embrutecida orgía. 


    Johan Migueltxo indignado, no pudo soportar espectáculo tan brutal y tan odioso y empujando con sus hercúleos brazos a la inconsciente neskatxa, desaparecieron de allí y aceleradamente descendieron de la cumbre del monte Atxuri, prometiéndose con formal juramento no volver ya más a espectáculo tan salvaje y denigrante. Sellaron solemnemente su decisión y se despidieron con mayor afecto que de ordinario. 

    El castillo embrujado: Habíase Johan Migueltxo escabullido a hurtadillas del servicio de vigilancia del castillo aquella noche, ausencia que notada por el Sub-alcaide o sargento de armas, mereció la pena de reclusión por solo dos días, ya que la falta cometida lo había sido por vez primera. 

    Más tanto exasperó a la madrastra de Joshepa el encierro del milite, que denunciado el percance del demonio cabrío, puso éste en juego sus malas artes, influyó en el juicio de los soldados guardianes de la torrecilla, surgió la disparidad  entre la pequeña guarnición y se produjo el malestar entre la insubordinada tropa, viniendo a terminar en indisciplina tumultuosa, dando por fin al traste con el prometido juramento del servicio militar y acabando por consentir una noche la entrada nocturna de brujas y sátiros en el castillo, los cuales invalidaron los pertrechos y vituallas y terminaron por incendiarlo. De esto al abandono, no quedaba más que un paso y allí se vio por muchos años un informe montón de piedras, el cual llaman todavía en el pueblo: "el Castillo embrujado, El gaztelua de Azkar"
(de julio Altadill. Castillos medievales de Navarra. Tomo I. Año 1934)



miércoles, 10 de febrero de 2016

El Palacio "Quemado" de Irigoienea

".....Con fecha de 15 de octubre de 1848, venta perpetua del Palacio quemado llamado de Irigoyena..."

Así aparecía esta frase dentro de unos apuntes que recogían las sucesivas compras y ventas desde su construcción del edificio y terreno de lo que hoy es el Hotel Rural Irigoienea.

Esos apuntes a mano completaban una hoja de libreta, tamaño de media cuartilla,  que me entregó el vecino de Urdazubi Juan Agirre Gaztanbide y, que,  el a su vez, había recogido de los registros notariales de Navarra. Una labor desinteresada, callada e importantísima de recuperar datos sobre la historia, lengua, cultura, etc del pueblo de Urdazubi/Urdax.

Hacía pocas semanas que habíamos llegado  y estábamos metidos de lleno en la rehabilitación del viejo caserón. Veinte años después, todavía recuerdo con mucho agradecimiento aquel detalle desinteresado, pero muy entrañable para nosotros de nuestro vecino.  Ese papel nos  aportaba datos fundamentales de la historia de esas paredes en las que estábamos implicando nuestro proyecto de vida y todas nuestras ilusiones.

Pero,....¿por qué decía "quemado"? ¿cuándo se había quemado? ¿por qué?

El mismo papel de Juan Agirre, nos daba unas líneas más atrás la respuesta: El 13 y 14 de septiembre de 1793, entran en Urdax los ejércitos revolucionarios franceses y queman la casi totalidad de las casas del pueblo. (En el caso de Irigoienea, las fachadas de la casa sufren también el efecto de las llamas salvándose el interior. Los sillares de piedra de marcos y ventanas de puertas y ventanas se agrietan por la presión del calor del fuego).

El incendio además, es sobre un edifico prácticamente nuevo, ya que, es sólo 7 años antes, el 18 de julio de 1786,  cuando se produce la "....escritura de cesión graciosa  para siempre de tres partes de cuatro, o algo más de tierra (para casa y huerta) de una Yugada de terreno y en remuneración entrega de cien pesos, otorgada por Juan Martin de Elizaldeberría,.......".

Bien, Ya sabemos el porqué de quemado. Sigamos tirando de la historia. ¿por qué entran los ejércitos revolucionarios franceses y obran así?

El movimiento de la Revolución Francesa, que en principio surgió para limitar el poder del monarca, rápidamente tomó fuerza y , en poco tiempo, pretendió derruir todo cuanto simbolizara el antiguo régimen político.
La Guerra de la Convención. A principios de 1793, la Convención (Asamblea) Francesa, ordena la ejecución de Louis XVI, rey de Navarra y Francia, y ante la reacción de las monarquías europeas, declarará la guerra a todos sus vecinos. Oficialmente la Convención declara la guerra a España el 3 de marzo de 1793, a lo que Carlos VII de Navarra y IV de España le contesta con lo mismo el 23 de marzo.
Situados entre ambos, los vascos de nuevo fueron obligados a luchar entre sí. Las consecuencias las sufrieron principalmente los pueblos fronterizos.
Sólo hace 222 años, 4 meses y seis días. ....y no es tanto.

Datos manuscritos de nuestro vecino urdazubiarra Juan Agirre Gaztanbide y proporcionados en 1995

Casa "Jeraimenea" cerca del camposanto del pueblo, Es testigo mudo de los hechos ocurridos aquellos 13 y 14 de septiembre de 1793. Al igual que Irigoienea,  los sillares de puertas y ventanas se ven rotos, por la presión del calor del fuego.